domingo, 26 de junio de 2011

Enlaces de interés

A continuación, un listado de enlaces que os pueden ser útiles.

.- Depto de geología de la Universidad de Dar es Salaam
www.cnas.udsm.ac.tz/geology

.- National Museum of Tanzania and House of Cuulture
www.museum.or.tz
www.houseofculture.or.tz

.- Tanzania National Parks
www.tanzaniaparks.com

.- Ngorongoro Conservation Area
www.ngorongorocrater.org

.- Serengeti National Park
www.serengeti.org

.- Geological Society of Africa
www.geologicalsocietyofafrica.org

.- Geological Survey of Tanzania
www.gst.go.tz

.- Tanzania Wildlife Research Institute
www.tawiri.org

.- College of African Wildlife Management Mweka
www.mwekawildlife.org

.- Tanzania Wildlife Conservation Society
www.wcstarusha.org Leer más...

miércoles, 22 de junio de 2011

¡Peligro!

¡Pero bueno!, ¡cómo que aún no habéis visto Hatari! y a John Wayne jugándose el tipo cazando rinocerontes y perseguido por Elsa Martinelli! Haced el favor de bajar ahora mismo al videoclub más cercano, coged la película y a disfrutar con el clásico y siempre discreto buen hacer de Howard Hawks, paseando la cámara entre parajes que pronto conoceréis.





La película fue rodada en una Tanganica de hace 49 años, cuando el territorio continental acababa de estrenar su independencia y dos años antes que su unión con Zanzíbar diera origen a la actual Tanzania. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Los blancos que pululan hoy son en su mayoría turistas, no residentes como se ve en la peli, y los espacios infinitos ya no están tan vacíos, pero los paisajes siguen ahí, magníficos, y la vida salvaje también, aunque más circunscrita al espacio de los parques; hasta la Torre del Reloj continúa en sus sitio, en la rotonda de Boma Road.



Hatari significa "peligro" en kiswahili, y no es para menos si tenemos en cuenta que Sean Mercer, el irlandés al que interpreta nuestro cow boy preferido, comanda un equipo de peculiares personajes dedicados a la captura de animales salvajes vivos para los zoológicos de Europa y EE.UU. Y claro, atrapar rinocerontes, búfalos, cebras, jirafas... a lazo y con una fotógrafa que se llama Dallas (Elsa Martinelli) enamorándose de ti, no es tarea para timoratos. De hecho, al bueno del Indio (Bruce Cabot) una rinoceronta cabreada porque se la querían llevar sin pedirle permiso, le arrea una cornada en la pierna que por poco le manda para el otro barrio. Incluso Kurt (Hardi Kruger) y Brandy (Michele Girardon) salen magullados por partida doble tras volcar su jeep en mitad de Ngorongoro y jugar a pelearse por favores femeninos. El mejor parado es sin duda Pockets (Red Buttons) y no os voy a decir por qué, más que nada para no desentrañar el único misterio de una película donde todo está cantado y en la que, a fuer de ser sincero, el único peligro que corren los personajes y nosotros es morirse de un empacho de buena onda.


Y esto, que conste, lo digo como virtud, porque pasarlo bien con película de más de dos horas donde realmente no pasa nada de enjundia, sólo está en manos de maestros como lo es el director de Río Bravo, El Dorado, Río Lobo, Su juego favorito, Nace una canción, El sueño eterno, Tener o no tener, Bola de fuego, Luna nueva, La fiera de mi niña, El sargento York, Los caballeros las prefieren rubias... y podría seguir.

Es una comedia romántica, sin pretensiones, repleta de tópicos amables y personajes simpáticos donde lo importante es transmitirnos buen rollo en medio de una geografía de libertades, alter ego del carácter de los personajes, que se ven envueltos en un enredo de amoríos dulcemente contradictorios con final feliz y escenas de una comicidad tranquila e inocente. Y no nos olvidemos claro, de la banda sonora, compuesta por otro maestro, el gran Mancini, y de su tema más conocido, "Baby elephant walk". Por cierto, a ver si cuando vayamos a Momella reconocéis la chimenea.
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Mosquiteras


Son ya varias las personas que me preguntado si es recomendable llevar mosquitera para dormir. Hecha así la pregunta, la única respuesta sensata es sí.


Al ser época seca y con el recorrido que vamos a hacer, el riesgo de contraer la malaria es realmente bajo. De hecho, muchos hoteles y alojamientos en general no suelen molestarse en poner mosquitera por considerarla innecesaria. Es cierto que a veces se exagera el temor a ser picado, pero que el riesgo sea pequeño no quiere decir que no exista. Las tiendas de campañan tienen puertas y ventanas con rejillas bastante tupidas, pero es imposible garantizar al 100% que no haya algún pequeño agujero o que la cremallera cierre perfectamente.

Si os fijáis durante el viaje, veréis que nadie suele llevar mosquitera pero, ante la duda, no ocupa mucho y, si la tenemos, siempre se puede optar por ponerla o no.

En el mercado existen diferentes modelos y tamaños. En realidad, lo único realmente importante es que nos cubra con holgura y que esté en perfectas condiciones, sin roturas. Luego, se agradece, lógicamente, que ocupe lo menos posible y que pese poco. Venden algunas impregnadas con repelente y, según dicen (yo nunca he usado), van bastante bien.
El asunto de la holgura no es baladí. En primer lugar, es importante que la red rebose, es decir, que podamos meterla por debajo del colchón o de la colchoneta como hacemos con una sábana; o, en su caso, que descanse sobre el suelo con generosidad para evitar espacios abiertos por donde pueda colarse el mosquito. Tambien es importante que la red no toque nuestro cuerpo, especialmente las zonas desnudas (cara, brazos...) porque el insecto puede posarse ahí y aunque él no pase, su trompa quizás sí.

Es igualmente importante colocarla antes de que anochezca, porque si la ponemos una vez de noche, el animal puede estar esperáondonos ya en la cama. Y, desde luego, procurar abrir la tienda lo menos posible cuando el sol haya caído y antes de que aparezca de nuevo. En fin, lo de siempre, más vale prevenir...
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domingo, 19 de junio de 2011

Orientándonos entre la flora

Siguiendo con las guías para identificar lo que vayamos viendo en la expedición, les toca ahora el turno a las plantas.

La zona que recorreremos incluye un buen muestrario de flora de diversos ecosistemas, desde la sabana y áreas semidesérticas, a bosques lluviosos y freatofíticos. Sería bueno poder contar con una buena guía de campo, pero no la hay, esta vez ni siquiera en inglés.

La única que hoy por hoy me atrevo a recomendar es el trabajo de Najma Dharani Field guide to common trees and srubs of East Africa, editado por Struik Publisher (New Holland Publishing).

La autora, máster en botánica, paisajista y experta en plantas de interior, despliega a lo largo de más de 300 pág. y multitud de fotos, un catálogo de tres centenares de especies que pueden encontrarse en Kenia y Tanzania. El libro tiene una primera parte donde nos habla de los árboles en la medicina tradicional y nos hace una descripción de las familias. En el bloque central se abordan las diversas especies de árboles, arbustos, palmeras y mangles, con fotos del porte, las flores y los frutos. Incluye los nombres comunes en lenguas locales además del swahili y el inglés, y describe brevemente la corteza, las hojas, las flores, el fruto y los usos. Todo ello se complementa con un último apartado donde tenemos una clasificación, un glosario, un conjunto de ilustraciones sobre los tipos de hojas, troncos, etc., y un completo índice.

Pero tiene algunos defectos. En primer lugar, no menciona plantas llamémoslas pequeñas. En segundo lugar, muestra sólo las plantas más comunes y mejor conocidas, las más coloristas, muchas de ellas exóticas y ornamentales presentes sólo en parques y jardines. En tercer lugar, las hojas de cada especie no se muestran en detalle, no facilitando la identificación. En cuarto lugar, hay algunos errores tipográficos incluso en nombres científicos, por ejemplo. Y en último lugar, no incluye mapas de localización.

Así todo, y a pesar de los fallos, no deja de ser una guía interesante y, además, es lo único que conozco. Yo la he comprado en Arusha pero en una ocasión la vi en Madrid.
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viernes, 17 de junio de 2011

Guías de campo sobre fauna

Ya que vamos a estar en algunos de los mejores parques de África, aprovecharemos para observar la vida natural que se mueve entre la geología tanzana. Allí nos esperan el paisaje, los animales, los todoterrenos y los expertos en la localización de fauna. Nosotros y nosotras tendremos que llevar una buena cámara con teleobjetivo si nos gusta la fotografía, unos buenos prismáticos y una buena guía de campo.

Buenas cámaras y buenos prismáticos no nos serán difíciles de encontrar, pero lo de la guía… eso es harina de otro costal. Puede parecer increíble pero en este momento no sé de ninguna guía en castellano por la que me atrevería apostar y que recomendaría sin dudarlo. Las hay sobre mamíferos, pero una guía global que abarque las especies y variedades del continente... no. Y digo que no sé, no que no haya, así que si alguien tiene noticia de alguna, que nos envíe la referencia para compartirla a través del blog.

Así las cosas, pasamos directamente al inglés. Y la mejor guía que conozco, con diferencia, es la National Audubon Society Field Guide to African Wildlife, de Peter C. Alden, Richard D. Estes, Duane Schlitter y Bunny Mc Bride, publicada por Alfred A. Knopf, Inc, en Nueva York. Os paso la referencia en Amazon para que la echéis un vistazo.

http://www.amazon.com/National-Audubon-Society-African-Wildlife/dp/0679432345#reader_0679432345

Es, sencillamente excelente. Abarca la fauna de todo el continente y está dividida en cuatro partes. La primera nos introduce en la biogeografía africana y describe, país por país, los lugares más interesantes para la observación de animales. En la segunda, despliega casi 600 fotografías de una gran calidad. Las 50 primeras nos muestran diferentes ecosistemas y puntos de alto valor. El resto nos ofrecen, para su identificación, todas y cada una de las 525 especies descritas en la tercera parte. Estas descripciones, precisas y concisas pero completas, incluyen los rasgos del animal, las especies similares, su hábitat, su reproducción y su distribución con mapa incluido. La cuarta y última parte trae un glosario y un índice de especies. Y, sorprendentemente, cabe en la palma de la mano y es muy manejable, a pesar de sus 998 pág.

Si tuviéramos que buscarle algún defecto, lo único que podemos decir es que se explaya en mamíferos y aves, dejando un espacio relativamente pequeño a los reptiles y meramente testimonial a los insectos. Yo la he comprado en Arusha pero también la he visto en Madrid, Bilbao y Barcelona en alguna ocasión en librerías especializadas.







Para amantes de las aves, os vamos a sugerir otra también en inglés: Birds of Kenya and Northern Tanzania, de Dale A. Zimmerman, Donald A. Turner y David. J. Pearson, y editada por la Princenton University Press. Las ilustraciones, realmente buenas, son del propio Zimmerman, de Ian Willis y de Douglas Pratt. Aquí tenéis también la página de Amazon donde podéis hojearla: http://www.amazon.com/dp/0691010226/ref=rdr_ext_sb_ti_sims_3#reader_0691010226

Además de estas dos, os paso alguna otra referencia

.- Chris y Tilde Stuart, Guía de campo de los grandes mamíferos de África, Omega.
.- Jonathan Kingdon, Guía de bolsillo de los mamíferos de África, Omega.
.- Giovani G. Bellani, Los mamíferos africanos, Grijalbo.
.- Jean Dorst y Pierre Dandelot, Guía de campo de los mamíferos salvajes de África, Omega.



.- Ian Sinclair and Peter Ryan, Birds of Africa south of Sahara, Princenton University Press


.- Terry Stevenson and John Fanshawe, ilustrated by Brian Small, John Gale and Norman Arlott, Birds of East Africa, Princenton University Press.
.- Ver vaan Perlo, Birds of Eastern Africa, Collins.
.- Ian Sinclair, Phil Hockey and Warwick Tarboton, Birds of Southern Africa, Princenton University Press.
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viernes, 10 de junio de 2011

Habari gani?

Tanzania es un país increíblemente diverso y no sólo en manifestaciones geológicas o vida salvaje. Lo es también –sobre todo, diría yo- en gentes. Tiene una extensión de más de 900 mil km2 -o sea, algo menos del doble que el Estado Español-, con unos 37 millones de habitantes. Mucho territorio y una población moderada pero que dista de ser homogénea porque sus mujeres y hombres se distribuyen en más de un centenar de grupos etnolingüísticos diferentes.

Esta diversidad se refleja también a lo largo de nuestro recorrido, donde iremos pasando de un grupo a otro, de una lengua a otra, apenas sin darnos cuenta, salvo cuando veamos a las y los masai, claramente diferenciados al resto por conservar su atuendo tradicional. Pero además de al pueblo masai encontraremos también iraqw, datoga, hadzabe, temi, isenve, gorowa, mbuqwe, ruwa, machame… cada uno con sus propios idiomas, hermanos unos y totalmente ininteligibles entre sí otros.

Semejante mundo de babelia, tan común en tantos lugares del planeta, necesita un vehículo común para la comunicación. El idioma oficial es el inglés, y muchas personas lo hablan, pero la verdadera lengua franca es el swahili o kiswahili.

Esta lengua no sólo se habla en Tanzania, es también oficial en Kenia, Uganda, y la República Democrática del Congo, y está ampliamente difundida en Ruanda, Burundi, sur de Somalia, norte de Malawi, Mozambique y Comores. En total, es la lengua habitual de más de 80 millones de personas. Y dicho así, como de rondón, ya que muchas de estas personas hablan además un idioma propio y, probablemente, dominen también alguno de sus vecinos, nos encontraremos con que cualquier paisano o paisana que nos topemos puede, tranquilamente, hablar tres, cuatro y hasta cinco lenguas diferentes. El kiswahili es una lengua bantú originaria de la costa este ecuatorial africana, la bañada por el Océano Índico. No está claro el lugar exacto de su nacimiento pero es bastante común situarlo en el archipiélago de Zanzíbar, desde donde parece se extendió por influencia de la pujanza comercial y política de su sultanato. Pertenece al grupo de lenguas bantúes, de la familia niger-congo. Es bantú en su gramática pero su léxico ha sido muy influenciado por el inglés, el portugués… y sobre todo por el árabe, debido a las intensas relaciones de todo tipo que, durante siglos, mantuvieron las gentes procedentes de Arabia y las que habitaban estas costas africanas. Digamos como curiosidad, pero curiosidad paradigmática, que la palabra que designa al idioma, swahili, no significa otra cosa que “costa” en el idioma semítico.

Como es lógico, intentar aprender swahili no es tarea de un mes, pero sí al menos podemos aprender cuatro cosas básicas que nos van a ayudar a romper el hielo con la gente arrancando más de una sonrisa. Además, el swahili tiene la ventaja para los hispanohablantes de que la concordancia entre la lengua oral y la escrita es exacta, se lee como se escribe y con un sistema de pronunciación casi idéntico al castellano.

Así que cuando nos encontremos con alguien lo que nos dirá, o le diremos, es habari gani?, a lo que se responde nzuri sana, asante!, o lo que es lo mismo, “¿Qué tal estás?; ¡muy bien, gracias!”. Ellos y ellas son más protocolarios de que lo que somos las y los mzungu, pero nos conocen y nos suelen perdonar que no pasemos media hora preguntándonos por la familia, cómo nos hemos levantado esta mañana y el maravilloso día que hace. Por cierto, mzungu es la o el extranjero blanco; normalmente no tiene connotación peyorativa alguna, pero ya se sabe, siempre depende del tono, la circunstancia…

Una palabra swahili que ha pasado al acervo lingüístico internacional es safari, que para nosotras significa salir a por animales, bien para verlos y fotografiarlos o bien para cazarlos, pero, en realidad, significa simplemente “viaje”; por ello, cuando alguien os diga safari njema!, os está deseando buen viaje. Y otras dos palabras que llevan camino de ello, sobre todo tras haber visto “El rey león” es hakuna matata!, expresión que hay que tenerla siempre en el filo de los labios en un lugar tan impredecible como África, y que es una mezcla entre “no pasa nada”, “no hay problema”, “se feliz, que esto es Tanzania”, “tómate las cosas por el lado bueno” y “peor para ti si te enfadas”. Con esta filosofía, nada es de extrañar que el ritmo sea pole pole, con tranquilidad y despacito que aquí nadie se muere de estrés.

En fin, que si además de estas pinceladas sobre filosofía de vida, queréis practicar algo más, os recomiendo la guía de conversación de la editorial Sua, "Swahili para viajeros", de Christoph Friedrich. Tampoco está nada mal "Suajili para el viajero", de las Guías para conversar de Lonely Planet. Y para meterse un poco más dentro de la lengua, la "Gramática Suahili" de Piet van Pelt, editado por Mundo Negro. Hay más cosas en inglés y otros idiomas pero yo creo que con estos vamos bien.
También tenéis un vocabulario en la Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_suajili
Más: www.ikuska.com/Africa/Lenguas/Kiswahili/viajeros/viajeros.htm#palabras
Y si hay curiosidad por aprender algunas palabras en maa, la lengua masai, aquí os dejo otro enlace: www.ikuska.com/Africa/Lenguas/vocabulario/maasai/index.htm
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viernes, 27 de mayo de 2011

Animalitos... salvajes

Una de las preguntas más frecuentes que me suelen hacer cuando viajo por Tanzania es por qué los animales salvajes saben que no deben traspasar los límites de los parques. La pregunta viene motivada porque al contrario que en otros países, en Tanzania los parques naturales no están separados por vallas ni por otro tipo de barrera de las zonas que los circundan. Y no deja de ser sorprendente que junto a los parques haya pueblos y campos de cultivo o que incluso, como es el caso del Área de Conservación de Ngorongoro, los masais sigan viviendo en sus bomas rodeadas de espinos y bajen al cráter a que paste o abreve su ganado.

He de confesar que no tengo nunca una respuesta del todo satisfactoria, pero únicamente los elefantes y los hipopótamos suelen causar algún problema. Los primeros porque a veces sí pueden invadir alguna huerta, sobre todo si se dan casos de sobrepoblación de paquidermos y han de salir a buscar comida, y los segundos en encontronazos fortuitos con canoas en los ríos. De hecho, los animales que más muertes humanas causan en África no son el león, ni el leopardo, ni las serpientes… primero es el mosquito y después el hipopótamo.

La hipótesis que mantengo es, simplemente, que a los animales no les gustamos. Puede parecer broma pero razones no les faltan. En términos generales, los animales prefieren evitar al ser humano a enfrentarse a él y, salvo contadas excepciones, sólo la harán en caso de sentirse amenazados y acorralados o muy hambrientos. Por otro lado, un parque natural bien gestionado provee a su fauna de lo necesario para sobrevivir de acuerdo a los ciclos naturales y sólo en casos extremos, una sequía impenitente que acabe con sus presas habituales, por ejemplo, forzará a un león a salir y matar una vaca.

Sea ésta la razón o no, lo cierto es que todos los animales acostumbran a mantener una distancia prudencial con el ser humano, que puede ser mayor o menor dependiendo de la especie. Cuando esta distancia se rompe, lo normal es que huya. Y esto incluye a los felinos. Como decía antes, los masai suelen bajar con su ganado al interior del cráter de Ngorongoro, lo cual es siempre una preciosa estampa de postal, pero si está el masai, olvidaos de encontrar un león cerca; he visto manadas abandonar una cebra recién abatida porque se acercaba un pastor con su rebaño.

Pero esto no quiere decir que los animales no se muevan. Lo hacen en función de sus necesidades de alimentación y procreación, y dependiendo también de la especie, porque las hay más y menos nómadas, más y menos territoriales y con áreas más o menos extensas de control. El movimiento más conocido es la migración anual de miles de ñus entre Serengeti y Masai Mara, más compleja de lo que vemos en los documentales, pero también se producen traslados entre parques, por ejemplo entre Serengeti y Ngorongoro, a veces atravesando zonas con población humana.

¿Existe por o tanto algún peligro para las personas? El riesgo cero no existe, de hecho la mayor parte de los accidentes que sufrimos se producen en nuestras propias casas. Pero realmente, la probabilidad de un ataque por parte de un animal salvaje es muy baja, sobre todo si guardamos unas mínimas medidas de seguridad. Y las vamos a guardar.

En las zonas de acampada, ya lo comentamos, no hay barreras que nos separen del entorno en el que también están los animales, lo cual quiere decir que podemos encontrarnos con alguno pululando por allí. Veámoslos…

Leones, leopardos y guepardos no se suelen acercar y menos aún entrar. Prefieren siempre mantenerse alejados de las zonas donde hay humanos. Muy rara vez puede verse alguna hiena atraída por el olor a comida, pero en cuanto nos oye o nos ve, sale pitando, no se enfrenta. Otra cosa son los monos, siempre más descarados. No suelen pulular habitualmente entre las tiendas, pero sí pueden hacer alguna incursión rápida si han visto o han olido la posibilidad de un bocado gratis. Los cercopitecos nunca se van a enfrentar y su reacción es siempre la huida, pero los babuinos pueden hacer algún gesto de intimidación enseñando los colmillos como un perro, pero también van a evitar el enfrentamiento.

En Ngorongoro a veces suelen aparecer cebras o búfalos que van a pastar por los alrededores. También se pueden ver a veces elefantes que suben a buscar comida. Pero ellos están a o suyo y si no se les molesta no van a atacar.

En cuanto al safari propiamente dicho, vamos a ir en coche. Para los animales, el vehículo es uno más, quizás algo molesto si se acumulan varios y que, probablemente, piensen que huele mal. Pero nada más. Los gatos no se lo pueden comer, así que les es totalmente indiferente, y al resto, pues también, porque ni les agrede ni les caza. El único animal que puede representar algún peligro es el elefante, más que nada porque sería el único capaz de hacernos volcar, pero si no te acercas demasiado y no les impides el paso, les somos tan indiferentes como a los demás.

Cuando paremos en la sabana lo haremos en lugares seguros, bien en los que denominan picnic sites o bien en zonas despejadas que los guías-conductores nos dirán. Los picnic sites son espacios habilitados para descansar y comer a veces con WC; también son abiertos pero no suelen rondar por ellos animales peligrosos.

Y cuando hagamos safaris a pie, por ejemplo en el Arusha National Park, o treks, como el del Empakaai, lo haremos porque son zonas donde no hay leones y siempre iremos con rangers armados para prevenir el improbable ataque de un búfalo solitario, por ejemplo.

De todos modos, aunque el riesgo es bajo, vamos a seguir una serie de normas muy básicas y de sentido común, pero con las que vamos a ser inflexibles.

1.- Los animales no son un juguete. Los leones son gatos y se comportan como tales. Os puedo asegurar que cuando se ponen a ronronear panza arriba, parecen tremendamente amorosos y dan ganas de abrazarlos y perderse entre sus melenas en caso de ser un macho, pero claro, tienen garras más fuertes, colmillos más largos y son 60 veces más grandes que los que tenemos en casa. Y si ya los de casa distan bastante de estar domesticados, imaginaos un león o un leopardo. Nunca vamos a tomar en broma a ningún animal salvaje, sea grande o pequeño.

2.- Nunca nos acercaremos a los animales fuera del coche. Si estamos sentados comiendo y vemos pasar un elefante cerca, nos quedamos tranquilos y seguimos comiendo, o le hacemos una foto pero desde donde estamos. Mientras no intentemos forzar la distancia de seguridad que todo animal establece, las cosas irán bien. Cuando hay problemas suele ser porque hemos sido imprudentes y nos hemos querido acercar al elefante tanto que éste ha considerado que a él no se le tocan las trompas. Y esto vale para todos los bichos.

3.- A los animales no se les da de comer, ni a los pájaros, que nos van a dar la tabarra. En primer lugar porque se tienen ellos que buscar la comida y alimentarles es interferir en los procesos naturales, habituándolos a un comportamiento incorrecto. Y en segundo lugar, porque jugar a dar de comer a un mono puede acabar con un mordisco en la mano, en la nuestra, no en la del mono.

4.- Cerrar ventanas y tiendas y no dejar comida dentro, de esta forma, evitamos la tentación de hacer razzias en busca de galletas y demás cosas suculentas.

5.- Cuando estemos de safari por los parques, nunca, repito, nunca bajaremos de los coches salvo con permiso expreso del guía o de los guías-conductores. Ni siquiera a mear, dicho claro y pronto.

6.- Cuando tengamos permiso para apearnos, nunca, y también repito, nunca nos alejaremos de los coches.

7.- Cuando estemos en los picnic sites y en las zonas de acampada nunca traspasaremos los límites de seguridad, que suelen venir marcados por la línea donde la hierba ya no está cortada. Tened en cuenta que el peligro suele estar en no ver a los animales, maestros muchos de ellos en el camuflaje. Podemos tener un león de 250 kg a un metro y no verlo si la hierba está alta.

8.- Hacer siempre caso al guía de la expedición y a los guías-conductores. Cuando se trata de seguridad, no hay ni democracias ni asamblearismos.

Como veis, son ocho puntos básicos, simples, obvios y sencillos. Si ya de por sí el riesgo es escaso, si seguimos estos puntos no debe haber ningún problema, así que a disfrutar.
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miércoles, 25 de mayo de 2011

Orogenias africanas



Nos pregunta una compañera (ver comentario en el post "Un libro sobre la geología africana") acerca de referencias relativas a las oregenias en África.

En el material que estamos elaborando como apoyo didáctico a la expedición, se trata el asunto con la amplitud necesaria para comprender bien los procesos que llevaron a la génesis del continente, pero no os lo vamos a pasar hasta que no esté completo y lo haremos a todas las personas expedicionarias a la vez. Pero sí os damos ahora un par de referencias que podéis encontrar en Internet para ir abriendo boca:

1.- "Assembly, configuration and break up history of Rodinia: a syntesis", en www.sciencedirect.com.

2.- "Re-examining the evidence fron plate-tectonics for the initiation of Africa's passive margins", en Geological Society of Huston/Petroieum Exploration Sociaty of Great Britain.

Es dificil encontrar documentación en castellano.
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domingo, 22 de mayo de 2011

Malaria: fe de erratas

Nos escibe un compañero (ver comentarios a post sobre la malaria) preguntandonos acerca del color de la ropa más adecuado para prevenir la picadura del anófeles, haciendo notar que en nuestra entrada hemos dicho que es mejor que sea oscura, mientras que en sanidad exterior aconsejan las prendas claras. Efectivamente, así es, es mejor la ropa clara ya que los mosquitos tienden a posarse sobre superficies oscuras, supongo que porque se camuflan mejor. Ya ha sido corregido. No sé cómo se coló el error pero espero que no os haya causado ningún problema y que no os hayáis pertrechado ya de decenas de camisas blancas. Y, por supuesto, muchas gracias a Paco. Leer más...

Cuando toca dormir


Campamento en Seronera, Serengeti.


Os estaréis quizá preguntando el motivo por el que lleva tanto tiempo parado el blog. La razón es que he estado de viaje durante varias semanas por Pakistán, he llegado hace muy poco y recién ahora puedo reiniciar la elaboración de contenidos.

Y vamos a comenzar con algo muy básico sobre lo que hemos tenido alguna consulta: el alojamiento.

Como ya os habréis percatado, la expedición está diseñada para ir en tiendas de campaña. Hay dos razones para ello. Una es el precio, ya que el alojamiento en hoteles, sobre todo en los lodges de los parques naturales, es muy caro. Además, en algunas localidades o no hay hoteles o las opciones son dos, uno poco recomendable o uno muy costoso, sin nada intermedio, por lo que el camping no es mala alternativa.

Pero hay una segunda razón y es que la acampada nos permite estar más cerca del entorno en el que nos vamos a mover, especialmente en los parques. Hemos de añadir que el ambiente que se suele generar en torno al campamento y a la mesa durante las cenas, creemos que nos va a centrar más en nuestros objetivos como curso y como expedición.

Con todo, hemos combinado las tiendas con algunas noches en lodge u hotel allí donde lo hemos visto conveniente para que el viaje sea algo más liviano. Pero conviene tener claro que aunque las reservas están hechas y confirmadas hace meses -y reconfirmadas hoy mismo (sábado 21 de mayo)-, África es una caja de sorpresas y no iba a ser la primera vez que nos encontráramos con algún problema. Pero quitaos el cuidado, no es lo habitual y, en cualquier caso, lo solucionaríamos. Os comento los alojamientos que vamos a tener.

Hotel Snow Crest, Arusha

Las noches en Arusha las pasaremos en el Snow Crest Hotel (www.snowcresthotel.com). Está a unos 7 km de la ciudad. No me he alojado nunca en él pero lo hemos elegido porque está bastante bien y tiene buenas instalaciones para las dos charlas iniciales. El no estar en el centro también creíamos que era bueno para no despistarnos. Pero no os preocupéis porque iremos a conocer Arusha, entre otras cosas porque tenemos que ir a visitar el Museo de Historia Natural.

El día 9, tras unas cuantas jornadas de safari y tiendas iremos a quitarnos el polvo al Lobo Wildlife Lodge. Está en el norte del Parque Nacional de Serengeti y es uno de los que más me gustan, por su ubicación y por su integración en el entorno. El lugar donde está situado es un enorme kopje en mitad de la sabana y está perfectamente camuflado, de manera que no se ve hasta que estás en él. El área que lo rodea es muy bonita y, al estar en una posición elevada, tiene unas vistas estupendas. Las habitaciones tienen un diseño muy simple pero son amplias y correctas. La cena es bufé, solo hay que pagar la bebida. Hay que tener cuidado con dejar las puertas y las ventanas de las habitaciones cerradas porque los cercopitecos y los babuinos tienen cierta afición por entrar y, si lo hacen, lo pueden desordenar todo además de llevarse lo primero que se les ocurre. Como en los parques no hay tendido eléctrico la luz en los lodge va con generador y lo apagan entre las 22:00 y las 23:00, por lo que no os olvidéis de la linterna, aunque suele haber velas en las habitaciones.

El otro lodge lo tenemos para finalizar el viaje, los días 14 y 15. Se trata del Momella Wildlife Lodge, en el P. N. de Arusha. Es un alojamiento que en su día fue de lujo pero hoy venido a menos y de aire decadente. Pero no está mal. Las habitaciones son chozas con baño entre jardines en un paisaje precioso, con el Meru presidiendo la postal. Y no será raro que por la mañana encontréis huellas de jirafa alrededor de la cabaña, eso si es que todavía no andan por ahí. Pero sí, puede que alguna puerta no cierre del todo bien o que haya algún problema con la luz y con el agua. Si ocurre intentaremos solucionarlo. Eso sí, los y las mitómanas del cine estarán encantadas de saber que están durmiendo y se están tomando una cerveza en las mismas camas, en los mismos sillones y frente a la misma chimenea que John Wayne, Hardy Kruger, Elsa Martinelli y Howard Hawks, ya que aquí se alojó todo el equipo de la película “Hatari!” (“peligro” en Kiswahili) rodada en buena parte en Ngorongoro, donde Kruger tenía una granja.

Momella Wildlife Lodge, P. N. de Arusha

Y ahora la parte “dura” del viaje, aunque personalmente no me parece para tanto (cada cual juzgará) y, también personalmente, la forma más interesante de conocer y experimentar las áreas naturales.

En Karatu y en Mto Wa Mbu vamos a dormir en camping. Son instalaciones con todo lo que se supone que tiene que tener un camping, o sea, área de acampada, baños, duchas, bar, cocina, luz eléctrica y hasta tienda. Son los mejores de sus zonas, pero no esperéis nada parecido a Europa, hay que conformarse con el adjetivo “pasable”. Es muy importante que no os olvidéis de chanclas para la ducha.

Karatu / Kudu Campsite. Es un camping bastante majo. Tiene dos edificios con baños y duchas (ambos decentes) pero puede que falle la presión del agua. Hay un bar agradable con restaurante, tienda de artesanías y cibersala. Se pueden recargar las baterías de las cámaras y hay cobertura de móvil.

Mto Wa Mbu / Twiga Campsite. La zona de acampada está bastante bien pero los retretes (turcos) y las duchas son muy básicas. El suministro de agua no es continuo, normalmente la hay pero puede haber cortes. Tiene una pequeña tiendita donde comprar cuatro cosas además de bebidas. Hay otra tiendita con algunas artesanías. Hay bar-restaurante con piscina, pero no os hagáis ilusiones. La cobertura de móvil no está garantizada.

En los parques, salvo la noche en Lobo y las del Arusha N.P., vamos a dormir en zonas habilitadas para la acampada. En general, la ubicación suele ser buena como base para los safaris y el entorno suele ser bonito, pero tienen unos servicios mínimos que casi nunca funcionan. Vamos a destacar las deficiencias para ir prevenidas y prevenidos pero que nadie se asuste porque lo positivo suele hacernos olvidar las incomodidades.

Ngorongoro / Simba Campsite. Está en el borde del cráter en su cara suroeste. El suelo es irregular y está en ligera cuesta. La zona de cocina y la de comida es un barracón grande con luz. El agua puede fallar, las duchas y los retretes dejan mucho que desear y para lavarse hay un triste grifo. Por la noche, debido a la altitud, puede hacer mucho frío.




Simba Campsite, Ngorongoro


Serengeti-Seronera. Hay varios campsite en un área muy reducida y todos son parecidos y muy básicos. El suelo es duro e irregular, de tierra y con piedras. Suelen tener una construcción con duchas y lavabos en el exterior, pero puede que no haya agua. Los retretes están algo apartados y normalmente son letrinas con agujeros en el suelo y, con suerte, un cubo de agua; suelen oler mal.

Ikoma / Ikoma Campsite. Hay varias zonas de acampada y también son parecidas. Están en mitad de la sabana, en lugares donde África se nos echa encima y con unos servicios básicos donde, nuevamente, el mayor de los problemas puede ser la escasez de agua.

Natron / Ngare Sero River Campsite. Está entre las cascadas del río y el lago Natron, en un descampado presidido por la falla del Rift y el Oldoinyo Lengai. Es un lugar muy agradable, cerca de un pueblo masai, con unos servicios mínimos que incluye un pequeño bar o algo parecido. El agua sigue siendo un problema pero en este caso, intentaremos paliarlo acercándonos al río para darnos un chapuzón y ducharnos debajo de las cascadas.

Como veis, el mayor problema de la acampada es el agua. Es un problema en realidad en toda África. Además, vamos en época seca, así que lo más seguro es que no dispongamos de agua para ducharnos, por lo que hay que pertrecharse de toallitas húmedas y de agua embotellada para la higiene personal. Normalmente solemos hacer bote común y compramos agua suficiente antes de salir de Arusha.

Durante los días de safari, llevaremos un coche de apoyo que cargará con todo el material de acampada y cocina. El equipaje irá en nuestros coches. Las tiendas suelen ser modelo iglú, de lona, con colchonetas y para dos personas con sus respectivas bolsas; es imprescindible el saco de dormir. Seremos nosotras y nosotros quienes montemos las tiendas cuando lleguemos a las zonas de acampada.


Vamos a estar en mitad de áreas donde los animales circulan con total libertad. Los oiremos por la noche e, incluso, no será raro toparse con ellos de camino a la tienda, por ejemplo. No os preocupéis, leones y leopardos no se acercan, pero sí podemos encontrarnos con hienas, elefantes, cebras, búfalos, babuinos… A veces pasan cerca, otras veces pastan alrededor de las tiendas, como en Ngorongoro, otras van a ver si roban algún resto de comida, sobre todo los babuinos, por lo que conviene no dejar nunca nada comestible dentro de las tiendas ni olvidarse de cerrarlas bien; incluso un candado para la cremallera puede ayudar. Las zonas de acampada suelen estar rodeadas de un espacio donde la hierva ha sido cortada para permitir la visibilidad y que marca el límite donde se coloca la última tienda; ir más allá supone una imprudencia por lo que si pillamos a alguien de aventura por ahí, recibirá una buena bronca. Pero todo el mundo tranquilo, nunca ha pasado nada grave y, por la noche, hay guardias armados vigilando.

Felices sueños con el ronroneo de los leones de fondo.


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martes, 15 de marzo de 2011

Un libro sobre la geología africana

Puede parecer difícil de creer tratándose de semejante extensión de terreno y de sus abundantes riquezas, pero no hemos encontrado mucha bibliografía sobre geología africana; y básicamente se debe a que no abunda. Probablemente porque sus países no están en condiciones de investigar y editar sobre estas materias y porque los intereses de quienes podrían hacerlo, las viejas metrópolis y los neocolonizadores, no están situados más allá del pastel donde han metido el tenedor.



Pero a pesar de esta escasez -sobre todo si hablamos de textos de carácter divulgativo-, algo tenemos, así que lo que hemos ido descubriendo y lo que descubramos en adelante os lo iremos haciendo saber. De momento, vamos a comenzar con un libro que nos parece interesante, más que nada por ser de los pocos compendios que hay sobre la variedad geológica del continente.

Se trata de Geological Atlas of Africa (Springer, 2008) del geólogo y paleontólogo alemán Thomas Schlüter. Es, como dice su solapa, el primer intento de compilar la geología de África presentada a modo de atlas y sintetizando los aspectos más destacados de cada uno de sus países.

Se inicia con tres capítulos de temática general. El primero está dedicado a explicar los conceptos y apartados que contempla el libro; el segundo es un breve repaso a la historia de la cartografía geológica de África y, el tercero, hace un repaso tectónico y estratigráfico ilustrado con mapas que reflejan las grandes líneas continentales.

El último bloque, que conforma el grueso de la obra, es un atlas que recorre país a país los elementos más relevantes de su geología con sus respectivos mapas geológicos modernos. Tras una pequeña descripción del territorio, se tratan sucesivamente su estratigrafía y su tectónica (Stratigraphy and Tectonics), la incidencia económica de la geología (Economic Geology), los riesgos geológicos (Geohazards), los puntos de interés geológico (Geosites) y los centros de estudio e investigación (Geoscience Education).


Que nadie espere análisis en profundidad ni gran detalle en sus mapas o en sus descripciones. Es, además, bastante desigual entre unos países y otros dependiendo, lógicamente, del desarrollo que haya tenido la investigación y la catalogación en cada uno de ellos. Pero aún con sus defectos, puede servirnos para hacernos una idea general del terreno que vamos a pisar.

Por supuesto, está en inglés. Tiene 307 pág. ilustradas e incluye un CD con toda la cartografía. El precio más barato lo hemos visto en el web de la editorial por 97’48 €: http://www.springer.com/earth+sciences+and+geography/geology/book/978-3-540-76324-6.

Lo hemos localizado en la biblioteca de la universidad pero nuestra búsqueda por librerías ha sido infructuosa, lo cual no quiere decir que no se pueda encontrar.

También se puede descargar gratis en esta dirección: http://avaxhome.ws/ebooks/science_books/
Geological_Atlas_of_Africa_With_Notes_on_
Stratigraphy_Tectonics_Economic_Geology_Geohazards_Geosites.html.
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sábado, 26 de febrero de 2011

Ascensión al Oldoinyo Lengai


Al sur del lago Natrón, como exiliado de las Tierras Altas del Cráter, se yergue solitario el gran cono, casi perfecto, del Oldoinyo Lengai. Su redondez piramidal que parece modelada por un alfarero del más allá, no tiene la altitud ni los glaciares del Kilimanjaro, ni posee el dramatismo del Meru, pero guarda el atractivo imán de un corazón aún caliente y la belleza de unas líneas casi perfectas.

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miércoles, 16 de febrero de 2011

El temido anófeles

Haberlo lo hay y hay que tomar precauciones. Las probabilidades de contraer la malaria en un viaje como el que vamos a hacer y en temporada seca no son muy altas, pero conviene no desdeñar el riesgo y menos tomarlo a la ligera.






La malaria es una enfermedad infecciosa transmitida de humano a humano por la picadura de las hembras de varias especies del mosquito Anopheles, huéspedes del parásito Plasmodium. Son las hembras el único vector portador ya que se alimentan de sangre cuya proteína necesitan para el desarrollo de los huevos, los machos se alimentan exclusivamente de néctares vegetales. Tras la picadura, el parásito se instala en las células del hígado donde se reproducen con rapidez. Pasan posteriormente al riego sanguíneo donde invaden los glóbulos rojos. Realizan entonces una segunda reproducción hasta llegar a romper los hematíes, ruptura masiva que es la causante de los síntomas clásicos de la enfermedad.
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domingo, 30 de enero de 2011

Erasé una vez en África

Érase una vez, en algún perdido lugar del ecuador áfricano...

HUELLAS

Una pareja venía caminando por la sabana, en el oriente de África, mientras nacía la estación de las lluvias. Aquella mujer y aquel hombre todavía se parecían bastante a los monos, la verdad sea dicha, aunque ya andaban erguidos y no tenían rabo.


Un volcán cercano, ahora llamado Sadiman, estaba echando cenizas por la boca. El cenizal guardó los pasos de la pareja, desde aquel tiempo, a través de todos los tiempos. Bajo el manto gris han quedado, intactas, las huellas. Y esos pies nos dicen, ahora, que aquella Eva y aquel Adán venían caminando juntos, cuando a cierta altura ella se detuvo, se desvió y caminó unos pasos por su cuenta. Después, volvió al camino compartido.

Las huellas humanas más antiguas han dejado la marca de una duda.

Algunos añitos han pasado. La duda sigue.



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jueves, 4 de noviembre de 2010

Karibuni Tanzania!

La primera vez que sobre el filo del cráter vemos el interior de la gran caldera, nos olvidamos por un instante de todo cuanto hemos estudiado. Geología, biología, antropología... todo parece esfumarse frente a la contemplación de una belleza que se impone como imperativo categórico de devoción estética. Pero pronto recobramos el aliento acaso para volverlo a perder en apenas unos segundos, cuando nuestra mente analítica intenta comprender e imaginar el conjunto de procesos geológicos y fuerzas telúricas que debieron ponerse en marcha para crear, no ya sólo Ngorongoro, sino todas la Tierras Altas del Cráter y, más allá, el Gran Valle del Rift del que forman parte.

Es fácil, muy fácil que, si aún no lo hemos hecho, sea en ese momento cuando abracemos íntimamente unas palabras que quizás de corrida pero siempre con una sonrisa, nos habrán regalado niños y adultos de tez morena: "Karibuni Tanzania!"

Aunque todavía estemos lejos y aunque aún queden unos meses, es probable que nuestro dedo comience ya a recorrer geografías de papel y nuestros ojos empiecen a percibir los mil colores del continente negro. Por eso, a pesar de la distancia y del tiempo, nos parece oportuno, muy oportuno, unirnos a esas voces que sonarán en nuestros oídos y exclamar con ellas: "Karibuni Tanzania!", ¡bienvenidas y bienvenidos a Tanzania!

En el norte de este país, en el corazón mismo de la rama oriental del Gran Rift africano, nos esperan volcanes activos, depresiones, lagos, calderas, piedras preciosas, inmensas fallas, gargantas, zonas de investigación paleoantropológica... y algunos de los mejores parques naturales para la observación de vida salvaje en África. Y para iniciar nuestro viaje, antes de habernos montado en el avión, antes siquiera de haber abierto una guía, abrimos nuestro blog. Y decimos bien, nuestro blog, porque queremos que sea una fuente de información sí, pero también de participación.

Intentaremos tratar los diversos aspectos y pormenores que abarca nuestra expedición; hablaremos de geología, por supuesto, pero también de flora y fauna, de antropología, de cuestiones prácticas, de literatura, de historia y hasta de curiosidades. Pero sobre todo nos gustaría que lo hicierais vuestro y que dejarais cuantos comentarios consideréis oportunos, que compartáis inquietudes y descubrimientos y que planteéis cualquier tipo de duda cuya respuesta pueda ayudar al resto de compañeras y compañeros.

Para finalizar, o mejor, para comenzar, sólo nos queda decir "safari njema!", ¡feliz viaje!
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